[Carta Modelo para enviar a los auspiciadores de las Corridas de Toros en el Perú] Señores: Hemos tomado conocimiento de su interés por auspiciar este año las Corridas de Toros en Lima. Quisiéramos pensar que su apoyo a este espectáculo se debe al desconocimiento de la esencia de esta mal llamada Fiesta. Promover y apoyar esta celebración "cultural" es cada vez más incongruente con los nuevos desafíos y preocupaciones de la humanidad en general. Como ciudadano respetuoso de la vida en todas sus manifestaciones y persona bien informada, le puedo asegurar que las corridas de toros no son ningún orgullo nacional, son más bien la confirmación del atraso moral en el que nos encontramos, porque somos capaces de llenar graderías para ver como se despedaza a un animal públicamente y lo que es peor: gozamos con eso. Los taurófilos tratan de justificar esta despiadada práctica alegando que es el único espectáculo en donde se le confiere a "la bestia" (El toro, un ser herbívoro, lo opuesto a un depredador) la oportunidad de enfrentarse de igual a igual con un ser superior (el ser humano), pero ¿estamos seguros de que esto realmente es así? En las corridas, efectivamente existe un riesgo para el torero de teñir la arena con su sangre, pero este riesgo es extremada y cautelosamente calculado, porque existen otros ingredientes utilizados específicamente para mitigar la peligrosidad de la "faena" como: los puyazos y las banderillas, teniendo como única función lesionar el cuello del toro a tal punto que el dolor de los tendones lesionados le obligan a bajar la cabeza, permitiendo así al matador desempeñar su labor. A un toro con la cabeza alta no hay quien se le acerque. La otra función del trabajo de la suerte de varas, es la de desangrar, es decir, debilitar al toro. Las aperturas dejadas son verdaderos agujeros del diámetro de un vaso, de los cuales borbotea la sangre a chorros con cada paso. Luego el torero hará sus pases de muleta para extenuar al animal y finalmente e inevitablemente le dará muerte. ¿De qué oportunidad igualitaria estamos hablando entonces? Mientras que para el torero existe un mínimo riesgo, para el toro solamente existe la certeza de morir de la manera más cruel que se pueda imaginar.Las corridas de toros no tienen ninguna justificación y el protagonista de esta malvada celebración no es ni el torero ni el toro; es la muerte. Apoyar este espectáculo es permitir que nuestra ciudad continúe manchándose con la sangre de este festejo salvaje, es no querer mirar adelante y dejar atrás celebraciones bárbaras que ya no están acordes con los nuevos tiempos. Existen otras causas verdaderamente artísticas que merecen ser promovidas. Esperando que estas líneas sirvan para que reconsideren su decisión Atentamente [Nombre Correo DNI País]